
Durante este curso, ya realizamos un Portafolio. Fue con el doctor Felipe Trillo Alonso. Ya antes, en Magisterio, también habíamos realizado alguna que otra evaluación por el mismo sistema. Está claro que de unas materias siempre sacas para otras. Es un aprendizaje continuo. Por eso, recuerdo los consejos que nos dio Felipe Trillo para la realización del Portafolio, que son muy similares a los que nos dio Lourdes Montero al inicio del cuatrimestre. Ahora, cuando la evaluacion empieza a llegar a su final, a mi cabeza vienen múltiples experiencias con otros profesores que son muy bien aprovechadas para esta materia de Dirección de Centros Educativos y para mejorar la realización del Portafolio.
La asignatura de Avaliación das Aprendizaxes, impartida por el doctor Trillo en el cuarto curso de Pedagogía en la Universidad de Santiago de Compostela (USC), fue evaluada mediante un portafolio (individual y colectivo). De eso nos habló el profesor en las primeras sesiones y por eso, por ser el sistema de evaluación, considero que mi primera FTA fue encaminada a conocer con mayor profundidad y rigor qué es un portafolio.
Un portafolio es un tipo de fólder donde los alumnos guardan una selección de sus trabajos acompañados de un comentario propio. Los alumnos elaboren ellos mismos el portafolio como evidencia de lo que ya han logrado. Un portafolio se puede utilizar para ilustrar el proceso de los alumnos. Se registra el aprendizaje para poder hacer ajustes sobre el aprendizaje (corregir, reforzar con ejercicios extras, una explicación adicional,...). En este caso, el portafolio tiene que ser un reflejo de todas las fases que se superaron durante el proceso de aprendizaje (asesoramiento formativo). Por otro lado, el portafolio también sirve para juzgar los logros de los alumnos. Por ejemplo, al final del cuatrimestre o al final de un bloque de aprendizajes (asesoramiento sumativo).
Se elabora un diferente tipo de portafolio, dependiendo del objetivo. Para un objetivo formativo el portafolio será diferente que para un objetivo sumativo.
Por lo tanto, el portafolio es un método de enseñanza, aprendizaje y evaluación que consiste en la aportación de producciones de diferente índole por parte del estudiante a través de las cuáles se pueden juzgar sus capacidades en el marco de una disciplina o materia de estudio. Estas producciones informan del proceso personal seguido por el estudiante, permitiéndole a él y los demás ver sus esfuerzos y logros, en relación a los objetivos de aprendizaje y criterios de evaluación establecidos previamente.
El portafolio como modelo de enseñanza - aprendizaje, se fundamenta en la teoría de que la evaluación marca la forma cómo un estudiante se plantea su aprendizaje. El portafolio del estudiante responde a dos aspectos esenciales del proceso de enseñanza-aprendizaje, implica toda una metodología de trabajo y de estrategias didácticas en la interacción entre docente y discente; y, por otro lado, es un método de evaluación que permite unir y coordinar un conjunto de evidencias para emitir una valoración lo más ajustada a la realidad que es difícil de adquirir con otros instrumentos de evaluación más tradicionales que aportan una visión más fragmentada.
En cuanto a su utilidad, cabe destacar que el potencial que tiene el portafolio para identificar habilidades complejas ha contribuido a su uso expansivo en diferentes ámbitos. El portafolio se usa en la educación pero es una idea importada de otros ámbitos profesionales: artistas, fotógrafos y arquitectos para mostrar lo mejor de su trabajo.
Entre los objetivos, cabe destacar los siguientes: • Guiar a los estudiantes en su actividad y en la percepción sus propios progresos. • Estimular a los estudiantes para que no se conformen con los primeros resultados, sino que se preocupen de su proceso de aprendizaje. • Destacar la importancia del desarrollo individual, e intentar integrar los conocimientos previos en la situación de aprendizaje. • Resaltar lo que un estudiante sabe de sí mismo y en relación al curso. • Desarrollar la capacidad para localizar información, para formular, analizar y resolver problemas.
Sobre sus ventajas, cabe destacar: • Ofrece información amplia sobre el aprendizaje. • Admite el uso de la evaluación continua para el proceso de aprendizaje. • Tiene un carácter cooperativo, implica a profesor y estudiante en la organización y desarrollo de la tarea. • El alumno al desarrollar esta estrategia proyecta la diversidad de aprendizajes que ha interiorizado. En este modelo se detectan los aprendizajes positivos, las situaciones problema, las estrategias utilizadas en la ejecución de tareas... • Se pueden compartir los resultados con otros compañeros y con otros profesores. • Promociona la autonomía del estudiante y el pensamiento crítico reflexivo que por una parte asegura el aprendizaje mínimo y por otra aquél que cada uno desea adquirir y profundizar. • Proporciona buenos hábitos cognitivos y sociales al alumno. • Tiene un gran componente motivador y de estímulo para los estudiantes al tratarse de un trabajo continuado donde se van comprobando rápidamente los esfuerzos y resultados conseguidos. • Cuenta desde el principio con los criterios con los que serán evaluados los estudiantes. • El portafolio es un producto personalizado, por lo que no hay dos iguales.
También, cabe mencionar algunos inconvenientes, como: • Falta de seguridad por no estar haciéndolo bien. • Excesivo gasto de tiempo por parte del profesor y del alumno, si no se seleccionan los aspectos claves o no se establecen mecanismos de control. • Implica un alto nivel de autodisciplina y responsabilidad por parte del alumnado. • No elimina otros tipos de evaluación. • La utilización del portafolio significa para algunos profesores un cambio de estilo de enseñanza (no tiene sentido en modelos tradicionales). • La evaluación ha de estar muy sistematizada en referencia a los objetivos y/o al avance, sino puede ser subjetiva y tangencial.
Sobre su proceso de elaboración, podemos indicar que aunque la estructura formal de un portafolio que evalúa el aprendizaje de un alumno pueda ser muy variada y dependa de los objetivos marcados en cada área curricular, se pueden diferenciar los siguientes apartados en su elaboración: 1. Una guía o un índice de contenidos que determinará el tipo de trabajo y estrategia didáctica, que puede estar totalmente determinado por el profesor o más abierto a una dirección por parte del estudiante. 2. Un apartado introductorio al portafolio que detalle las intenciones, creencias y punto de partida inicial de un tema o área determinada. 3. Unos temas centrales que conforman el cuerpo del portafolio y que contienen la documentación seleccionada por el alumno que muestra el aprendizaje conseguido en cada uno de los temas seleccionados. 4. Un apartado de clausura como síntesis del aprendizaje con relación a los contenidos impartidos.
Además, en la elección de un portafolio se han de concretar todos estos aspectos: Autoría y audiencia del portafolio, contenidos a desarrollar, objetivos y competencias, estructura y organización concreta y criterios de evaluación.
Un portafolio es un tipo de fólder donde los alumnos guardan una selección de sus trabajos acompañados de un comentario propio. Los alumnos elaboren ellos mismos el portafolio como evidencia de lo que ya han logrado. Un portafolio se puede utilizar para ilustrar el proceso de los alumnos. Se registra el aprendizaje para poder hacer ajustes sobre el aprendizaje (corregir, reforzar con ejercicios extras, una explicación adicional,...). En este caso, el portafolio tiene que ser un reflejo de todas las fases que se superaron durante el proceso de aprendizaje (asesoramiento formativo). Por otro lado, el portafolio también sirve para juzgar los logros de los alumnos. Por ejemplo, al final del cuatrimestre o al final de un bloque de aprendizajes (asesoramiento sumativo).
Se elabora un diferente tipo de portafolio, dependiendo del objetivo. Para un objetivo formativo el portafolio será diferente que para un objetivo sumativo.
Por lo tanto, el portafolio es un método de enseñanza, aprendizaje y evaluación que consiste en la aportación de producciones de diferente índole por parte del estudiante a través de las cuáles se pueden juzgar sus capacidades en el marco de una disciplina o materia de estudio. Estas producciones informan del proceso personal seguido por el estudiante, permitiéndole a él y los demás ver sus esfuerzos y logros, en relación a los objetivos de aprendizaje y criterios de evaluación establecidos previamente.
El portafolio como modelo de enseñanza - aprendizaje, se fundamenta en la teoría de que la evaluación marca la forma cómo un estudiante se plantea su aprendizaje. El portafolio del estudiante responde a dos aspectos esenciales del proceso de enseñanza-aprendizaje, implica toda una metodología de trabajo y de estrategias didácticas en la interacción entre docente y discente; y, por otro lado, es un método de evaluación que permite unir y coordinar un conjunto de evidencias para emitir una valoración lo más ajustada a la realidad que es difícil de adquirir con otros instrumentos de evaluación más tradicionales que aportan una visión más fragmentada.
En cuanto a su utilidad, cabe destacar que el potencial que tiene el portafolio para identificar habilidades complejas ha contribuido a su uso expansivo en diferentes ámbitos. El portafolio se usa en la educación pero es una idea importada de otros ámbitos profesionales: artistas, fotógrafos y arquitectos para mostrar lo mejor de su trabajo.
Entre los objetivos, cabe destacar los siguientes: • Guiar a los estudiantes en su actividad y en la percepción sus propios progresos. • Estimular a los estudiantes para que no se conformen con los primeros resultados, sino que se preocupen de su proceso de aprendizaje. • Destacar la importancia del desarrollo individual, e intentar integrar los conocimientos previos en la situación de aprendizaje. • Resaltar lo que un estudiante sabe de sí mismo y en relación al curso. • Desarrollar la capacidad para localizar información, para formular, analizar y resolver problemas.
Sobre sus ventajas, cabe destacar: • Ofrece información amplia sobre el aprendizaje. • Admite el uso de la evaluación continua para el proceso de aprendizaje. • Tiene un carácter cooperativo, implica a profesor y estudiante en la organización y desarrollo de la tarea. • El alumno al desarrollar esta estrategia proyecta la diversidad de aprendizajes que ha interiorizado. En este modelo se detectan los aprendizajes positivos, las situaciones problema, las estrategias utilizadas en la ejecución de tareas... • Se pueden compartir los resultados con otros compañeros y con otros profesores. • Promociona la autonomía del estudiante y el pensamiento crítico reflexivo que por una parte asegura el aprendizaje mínimo y por otra aquél que cada uno desea adquirir y profundizar. • Proporciona buenos hábitos cognitivos y sociales al alumno. • Tiene un gran componente motivador y de estímulo para los estudiantes al tratarse de un trabajo continuado donde se van comprobando rápidamente los esfuerzos y resultados conseguidos. • Cuenta desde el principio con los criterios con los que serán evaluados los estudiantes. • El portafolio es un producto personalizado, por lo que no hay dos iguales.
También, cabe mencionar algunos inconvenientes, como: • Falta de seguridad por no estar haciéndolo bien. • Excesivo gasto de tiempo por parte del profesor y del alumno, si no se seleccionan los aspectos claves o no se establecen mecanismos de control. • Implica un alto nivel de autodisciplina y responsabilidad por parte del alumnado. • No elimina otros tipos de evaluación. • La utilización del portafolio significa para algunos profesores un cambio de estilo de enseñanza (no tiene sentido en modelos tradicionales). • La evaluación ha de estar muy sistematizada en referencia a los objetivos y/o al avance, sino puede ser subjetiva y tangencial.
Sobre su proceso de elaboración, podemos indicar que aunque la estructura formal de un portafolio que evalúa el aprendizaje de un alumno pueda ser muy variada y dependa de los objetivos marcados en cada área curricular, se pueden diferenciar los siguientes apartados en su elaboración: 1. Una guía o un índice de contenidos que determinará el tipo de trabajo y estrategia didáctica, que puede estar totalmente determinado por el profesor o más abierto a una dirección por parte del estudiante. 2. Un apartado introductorio al portafolio que detalle las intenciones, creencias y punto de partida inicial de un tema o área determinada. 3. Unos temas centrales que conforman el cuerpo del portafolio y que contienen la documentación seleccionada por el alumno que muestra el aprendizaje conseguido en cada uno de los temas seleccionados. 4. Un apartado de clausura como síntesis del aprendizaje con relación a los contenidos impartidos.
Además, en la elección de un portafolio se han de concretar todos estos aspectos: Autoría y audiencia del portafolio, contenidos a desarrollar, objetivos y competencias, estructura y organización concreta y criterios de evaluación.
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