
Pero las reflexiones y conclusiones que ahora trato de escribir se centran única y exclusivamente en la asignatura que durante este segundo cuatrimestre impartió en cuarto de Pedagoxía Lourdes Montero Mesa.
Una materia con unos contenidos muy específicos, de una asignatura optativa, en la que éramos muchos matriculados, lo que significa el interés que despertó. En líneas generales, se trataron durante este cortísimo cuatrimestre los significados de la dirección, el poder y la dirección de centros educativos. Se habló sobre la motivación y el estado actual de un cargo del que muchos profesionales de la educación escapan. Tratamos de analizar las razones por las qué sucede esto y los motivos por los que un maestro/a o profesor/a no accede en mayor número a la dirección de un centro.
Es bien cierto que no me imagino en la dirección de un centro. Trato de hacer una profunda reflexión sobre qué razones me impedirían o me motivarían para intentar ser el líder de un equipo de gobierno. No es fácil ponerse en el lugar de otro. Yo, desde mi modesto punto de vista, entiendo que es una situación compleja, complicada y, sobre todo, tal y como está la educación en este país, muy arriesgada.
Independientemente de las cuestiones económicas, que son muy importantes (yo diría vitales, pues nos movemos por dinero, trabajamos para vivir, para comer, independientemente de la profesionalidad que cada uno tenga en sus respectivos trabajo), hay otros muchos motivos que analizar cuando nos referimos a la dirección de centros. La falta de apoyos, la burocrática administración, y a veces el escaso poder de maniobra de que dispone un director, son motivos más que sufientes para dar marcha atrás.
Durante estos meses pudimos comprobar la gran complejidad de un cargo tan decisivo en la comunidad educativa, un puesto tan importante y relevante que en muchos casos no tiene la valoración suficiente, tanto por parte de la comunidad educativa como de la propia administración.
Claro que no me imagino en un puesto de director. Por mis años de experiencia en la vida y en el mundo laboral, sé que no es sencillo lidiar en ninguno de los ámbitos profesionales de los que podamos hablar. Sé que es muy delicado asumir una responsabilidad que en muchos casos no encuentra recompensa. Durante este cuatrimestre comprendí más cosas sobre la dirección de centros que me ayudarán a partir de ahora a valorar de otra forma cualquier cuestión referente a la comunidad educativa.
Espero haber sacado buen provecho de las magistrales clases de Lourdes Montero. Espero haber aprovechado bien el tiempo. Lo que sí puede decir es que fue una materia de mi agrado y que en las clases lo pasé de maravilla. Se puede aprender mucho pasándoselo bien. Claro que sí.