martes, 17 de junio de 2008

Mis últimas reflexiones y mis conclusiones sobre la asignatura de Dirección de Centros Educativos

Acabaron las clases y estamos en pleno agobio de exámenes. La recta final es muy dura, aunque ni más ni menos que en años anteriores. De todos modos, este mes de junio es más significativo que cualquier otro, si cabe, porque en teoría es nuestro final. Llegamos a la meta, o eso al menos esperamos todos. No queremos quedarnos para septiembre. Queremos, y creo que todos, licenciarnos ahora en junio y disfrutar del verano como nunca. Es un mes para intentar reflexionar sobre muchas cosas y pensar en el futuro a corto y medio plazo.
Pero las reflexiones y conclusiones que ahora trato de escribir se centran única y exclusivamente en la asignatura que durante este segundo cuatrimestre impartió en cuarto de Pedagoxía Lourdes Montero Mesa.
Una materia con unos contenidos muy específicos, de una asignatura optativa, en la que éramos muchos matriculados, lo que significa el interés que despertó. En líneas generales, se trataron durante este cortísimo cuatrimestre los significados de la dirección, el poder y la dirección de centros educativos. Se habló sobre la motivación y el estado actual de un cargo del que muchos profesionales de la educación escapan. Tratamos de analizar las razones por las qué sucede esto y los motivos por los que un maestro/a o profesor/a no accede en mayor número a la dirección de un centro.
Es bien cierto que no me imagino en la dirección de un centro. Trato de hacer una profunda reflexión sobre qué razones me impedirían o me motivarían para intentar ser el líder de un equipo de gobierno. No es fácil ponerse en el lugar de otro. Yo, desde mi modesto punto de vista, entiendo que es una situación compleja, complicada y, sobre todo, tal y como está la educación en este país, muy arriesgada.
Independientemente de las cuestiones económicas, que son muy importantes (yo diría vitales, pues nos movemos por dinero, trabajamos para vivir, para comer, independientemente de la profesionalidad que cada uno tenga en sus respectivos trabajo), hay otros muchos motivos que analizar cuando nos referimos a la dirección de centros. La falta de apoyos, la burocrática administración, y a veces el escaso poder de maniobra de que dispone un director, son motivos más que sufientes para dar marcha atrás.
Durante estos meses pudimos comprobar la gran complejidad de un cargo tan decisivo en la comunidad educativa, un puesto tan importante y relevante que en muchos casos no tiene la valoración suficiente, tanto por parte de la comunidad educativa como de la propia administración.
Claro que no me imagino en un puesto de director. Por mis años de experiencia en la vida y en el mundo laboral, sé que no es sencillo lidiar en ninguno de los ámbitos profesionales de los que podamos hablar. Sé que es muy delicado asumir una responsabilidad que en muchos casos no encuentra recompensa. Durante este cuatrimestre comprendí más cosas sobre la dirección de centros que me ayudarán a partir de ahora a valorar de otra forma cualquier cuestión referente a la comunidad educativa.
Espero haber sacado buen provecho de las magistrales clases de Lourdes Montero. Espero haber aprovechado bien el tiempo. Lo que sí puede decir es que fue una materia de mi agrado y que en las clases lo pasé de maravilla. Se puede aprender mucho pasándoselo bien. Claro que sí.

lunes, 16 de junio de 2008

¿Qué tipo de director quiere la comunidad educativa?

¿Qué quiere la comunidad educativa? ¿Qué tipo de persona quiere al frente la comunidad educativa?
Aunque no lo exprese abiertamente y en foros de relevancia, la comunidad educativa pretende un director con todas o la mayoría de estas características:
- Un líder de un proyecto al frente de un equipo que realiza una gestión eficaz
- Que realiza un trabajo en equipo y que toma decisiones acertadas basadas en una competencia en su trabajo
- Que cree en lo que hace proyecta esa credibilidad en su entorno dando a su vez credibilidad al proyecto y a todos los que lo integran y desarrollan
- Que ejerce la autoridad pedagógica respetando la libertad de trabajo del profesorado y avalando su competencia profesional
- Que administra los recursos con criterios objetivos, conocidos y aprobados por el Consejo Escolar
- Que ejerce su trabajo con autoridad velando por las relaciones humanas fluidas y por un clima de trabajo agradable
- Que se preocupa por los resultados y que sabe decidir lo que conviene en cada momento
- Que se preocupa por el trabajo de los profesores, del personal no docente y fomenta la participación de padres, alumnos y entorno en los órganos de participación y en la vida del centro en general- Que proyecta la actividad del centro mas allá del mismo.

domingo, 15 de junio de 2008

Considero que la cuestión económica no es lo más relevante a la hora de dar el paso hacia la dirección de centro

Durante el cuatrimestre se trató sobre los incentivos necesarios para mejorar el sistema y para que la dirección de centro sea un reto y no como sucede a veces, un problema. ¿Dé que manera se puede incentivar a un profesional? Muchas veces se cuestionan los métodos (elección o selección) y otras se habla de los apoyos. También se comenta sobre la cuestión económica. Es evidente que este último punto es importante, pero me atrevería a decir que no es precisamente el más decisivo y relevante a la hora de decidir si se quiere o no acceder a la dirección de centro.
Creo que no me equivoco si digo que el modelo de formación asociado a un complemente económico no es el más acertado. En el mismo sentido lo que comenzó siendo una experiencia en principio acertada, la acreditación, basada en la formación y la experiencia en la gestión, acabó viciándose y al día de hoy hay muchos profesores que acceden a la formación como requisito para la acreditación, que confiesan abiertamente que no les interesa para nada el desempeño de un cargo directivo. Que lo hacen pensando que algún día será un mérito para otros fines.Tras leer varias reflexiones, y tras meditar sobre lo que se trato en clase, podría proponer, por ejemplo, el modelo que creo recordar solamente estuvo en vigor un tiempo en el año 82, es decir, la formación inmediatamente posterior al acceso a la dirección. Formación para la dirección sí pero no asociada a la acreditación. Formación asociada a la elección o a la designación en el modelo actual.

http://www.revistafuentes.org/htm/article.php?id_volumen=4&id_article=109

http://www.me.gov.ar/curriform/cap_dire_neuq.html

viernes, 13 de junio de 2008

No entiendo una gestión eficaz sin una entrega total


La responsabilidad de un director de centro es máxima. Por la experiencia que tengo, como estudiante y, sobre todo, como observador en prácticas, pudo comprobar en vivo y en directo las dificultades con las que se encuentra un líder y con los grandes problemas con los que tiene que torear cada día. Las horas que se echa en el centro son incalculables y la gran mayoría de los días tiene que llevar “deberes” para casa.
No entiendo ni creo en una gestión eficaz que pueda hacerse sin entrega total.
No quiere decir que la dirección signifique dedicación exclusiva y casi misionera. Cada uno tiene un modo de hacer y una capacidad que le permite llevar adelante un proyecto con una mayor o menor dedicación. Lo que quiero decir es que hay que estar dispuesto a afrontar los problemas y el trabajo diario más allá de la dedicación normal de un profesor que no asume ningún tipo de responsabilidad.
No es lo mismo convocar reuniones de padres por la mañana que a las siete de la tarde. Se cumple con la norma con independencia del horario. Lo que hay que saber es si se está dispuesto a cumplir con la norma con eficacia y con el deseo de buscar en este caso una mayor presencia para cumplir el objetivo o nos quedamos en el mero cumplimiento. Evidentemente eso exige sacrificio y dedicación, pero produce resultados bien distintos se haga de una manera o de otra. Y también ayuda a crear un clima favorable no sólo hacia la figura del director sino hacia su equipo, hacia el proyecto que lidera y hacia el profesorado.En Galicia se dice: “El que tiene una tienda, que la atienda y si no que la venda”. Y el director de un centro educativo tiene que atenderla con una gran dedicación para que el barco llegue a buen puerto.

http://www.monografias.com/trabajos35/escuelas-eficaces/escuelas-eficaces.shtml

http://miguelmunoz.info/blogs/index.php/lideres/2008/05/22/escuela_de_liderazgo

jueves, 12 de junio de 2008

El director de un centro educativo es el primero que debe creer en su proyecto


El director de un centro educativo debe reunir un sinfín de virtudes. Por supuesto, que la del liderazgo es indispensable, como ya comentamos en más de una sesión de clase con Lourdes Montero. Al menos esa es mi opinión. Creo que un director de centro tiene que ser, ante todo, un líder. Un líder por múltiples motivos: para saber ganarse el respeto de su gente, para saber tener de mano a los que le apoyan y a los “otros”, para saber dialogar, etcétera.
Pero considero que es fundamental para ser un director de centro mostrar una gran credibilidad ante el grupo de profesionales que le acompañan a diario y ante el resto de la comunidad educativa. El director tiene que presentar un proyecto de trabajo creíble y realizable, pero lo primero que tiene que percibir la comunidad educativa es que quien lo presenta es el primero que cree en él. Eso le servirá de ahí en adelante para que todos sus proyectos y hacer diario tengan credibilidad ante el claustro, ante los alumnos, ante los padres y ante las instituciones. Tiene que transmitir, además, que su equipo también cree en el proyecto y que lo conoce y lo avala.
Señalábamos en anteriores reflexiones la dificultad de crear un equipo de trabajo. Hoy nos encontramos con claustros plurales, lo cual es bueno, pero además en muchos casos nos encontramos con grupos o sectores que en algunos casos llegan a ser grupos de presión. Una de las dificultades es la propia situación administrativa.La existencia de grupos, haya conflicto o no, es motivo suficiente para que el candidato a la dirección del centro integre en su equipo a los distintos sectores de manera que todo el mundo se sienta representado en el gobierno del centro. Lo mismo hay que hacer a la hora de invitar o promover las candidaturas al consejo escolar. En un claustro la única manera de resolver los conflictos de grupos en integrando y buscando la participación de todos.

http://www.aprendemas.com/curso/cursos_de_director_de_centros.html

http://www.aprendemas.com/curso/cursos_de_director_de_centros.html



miércoles, 11 de junio de 2008

El Proyecto Educativo y el Proyecto Curricular de un Líder

Durante los últimos días de clase se habló de los proyectos educativos de centro y de la necesidad de actualizarlos y trabajar en serio en ellos. También las siguientes reflexiones vienen a cuento tras los análisis de los casos de Blanca y de Paco. Son reflexiones encaminadas a la mejora y al reconocimiento de la gran dificultad que tiene asumir la dirección de un centro educativo.
El centro escolar es una organización compleja, en una pequeña o mediana empresa, en algunos casos una gran empresa con menos o con más de 50 trabajadores. En muchos casos es una organización casi autónoma con pocos apoyos externos, aislada y con una gran autonomía con poca capacidad de desarrollarla: unitarias, centros incompletos.
La dirección de esta empresa autónoma, pequeña, mediana o grande requiere ser considerada económicamente de manera que quien dirija se sienta bien y además con el peso de la responsabilidad de rendir conforme a lo que se le paga. Y se le debe pagar para poder exigirle en todos los casos especial responsabilidad y dedicación. No entiendo la dirección de un centro carente de plena dedicación. En cualquier caso ahora mismo los centros educativos necesitan de un equipo de personas responsable que no escatime esfuerzos ni dedicación. Eso hay que remunerarlo. Director y equipo. Ahora mismo el equipo no está suficientemente incentivado. Ni el director aunque en menos proporción que el equipo. jefe de estudios y secretario en la actualidad no consolidan el complemento.
Descartado el aspecto económico, podemos entrar a valorar otros conceptos, inquietudes y realidades. Por ejemplo, el Proyecto Educativo. Cuando a comienzos de los 90 se empezó a desarrollar la LOGSE y desde distintos ámbitos se impartía formación sobre la Ley, se daba capital importancia al Proyecto Educativo y al Proyecto Curricular como documento de organización de los centros que era imprescindible tener a mano. Quizá durante una etapa se trabajó en los centros con ilusión y en muchos pienso que con la idea clara de lo que se quería. En otros, espero que los menos, se trabajó nada más con la idea de estar en posesión de un documento que la Inspección educativa me exige en un período determinado a partir de la implantación de las enseñanzas LOGSE.
Hoy donde todo esto era papel mojado, ya no es ni siquiera eso y donde no ha habido una continuidad en el trabajo, se ha quedado en simple papel. Allí donde se entendió que el Proyecto Educativo era algo más que un documento de estantería por si alguien lo pide, donde fue elaborado por la Comisión de Coordinación Pedagógica con la participación de los distintos sectores de la comunidad educativa, donde el equipo directivo entendió que había que plasmar un proyecto de trabajo a corto, medio y largo plazo, desde la realidad de la comunidad educativa y de su entorno, con revisiones periódicas y donde está reflejada la realidad del trabajo diario más allá del papel, puede haber cambiado el equipo o no pero hay un trabajo hecho que permite que otros puedan continuarlo.
Hay que decir también que quien se encuentra un trabajo hecho está obligado a asumir un compromiso de continuidad con la lógica impronta de la personalidad de quien lo lidera. Entiendo, por tanto, que un programa de dirección de un centro empieza por liderar un proyecto y cuando no lo hay es imprescindible presentar al Consejo Escolar como primera iniciativa el compromiso de elaborar ese proyecto con la participación de todos aunque la primera piedra ya se pone en el programa de dirección que se presenta al claustro y al consejo escolar.Por ahí se empieza a sentar las bases para ejercer un liderazgo integral que centra su preocupación en el rendimiento escolar de los alumnos (liderazgo pedagógico), en una buena gestión de los recursos y de los servicios (liderazgo de gestión eficaz) y en la creación de un clima de trabajo agradable y de relaciones humanas fluidas (liderazgo de grupo).

http://adide.org/revista/index.php?option=com_content&task=view&id=98&Itemid=32

Estefanía Lera, José Luis (1998). Proyecto educativo de centro: revisión, seguimiento y evaluación. CCS, D.L. Madrid.

Estruch Tobella, Joan (2002). Dirección profesional y calidad educativa. CISSPRAXIS, Barcelona.

martes, 10 de junio de 2008

Algunas de mis reflexiones sobre los modelos a seguir

¿Cuál de los modelos puede acercarse a la mejor puesta en escena de la dirección de centros? ¿Qué modelos prefieren los profesionales de la educaión? ¿Con qué modelo se identifican mejor? ¿Existe realmente un modelo que ponga de una vez por todas orden en todo esto?
Personalmente, y desde mi escasa experiencia en prácticas (Maxisterio y Pedagoxía) y por lo que llevo observado en las diferentes clases a lo largo de todos estos años, yo empezaría por decir que parto de un modelo basado en la participación de la comunidad educativa. Un modelo democrático basado en un proyecto de trabajo sustentado por un equipo de personas y refrendado por un órgano de participación como es el Consejo Escolar.
Sobre este modelo se pueden, y creo que se deben, matizar muchas cosas y que el tiempo pasado nos permite analizar con la suficiente perspectiva como para poder opinar sobre los cambios a introducir, pero no propondría en ningún caso un modelo diferente.
Partiendo de este modelo qué tipo de director queremos para nuestros centros educativos. Queremos un ejecutivo, un buen gestor, un líder, ambas cosas a la vez.
Diré desde el principio que creo en el Director Líder como persona que lidera o encabeza un proyecto educativo gestionado por un equipo. En ese equipo habrá buenos gestores y quien lidera lo que debe hacer es encabezar o ponerse al frente del proyecto y hacerlo valer ante la comunidad educativa. Para que ese proyecto salga adelante, los demás tienen que creer en él, reconocer que los valores que defiende son suyos y que además ese líder los defiende competentemente.

http://www.uam.es/personal_pdi/stmaria/jmurillo/Direccion/Programa05.htm

http://www.libreriadelauned.es/guias/48/489200.pdf

lunes, 9 de junio de 2008

¿Cómo se siente el director de un centro escolar?


¿Cómo se siente el director de un centro escolar? ¿Qué inquietudes tiene? ¿Qué piensa de los apoyos recibidos? ¿Quién se pone en la piel de un director de centro?. Durante el cuatrimestre, tras las largas explicaciones de Lourdes Montero, uno trata de reflexionar y de ponerse por unos momentos en el lugar de aquellos que tiene la difícil misión de dirigir un equipo de gobierno en un centro educativo.
Y por mucho que uno trate de ponerse en su lugar, nunca es capaz de conseguir el objetivo de entender qué pasa dentro de un despacho, cuando los problemas que se vienen encima son muchos y muy complejos y que afectan a un colectivo de profesionales con los que se tiene que convivir y una comunidad educativa con la que se tiene que estar un día sí y otro también.
Por eso, las dificultades cada vez son mayores. Cada vez cuesta más dar el paso. Si por encima hablamos de escasa motivación económica, de los escasos apoyos recibidos, entonces podemos entender las cifras que se barajan en España y en nuestra Comunidad.
Por ejemplo, el profesorado en muchos casos no reconoce a la dirección autoridad académica, no reconoce el liderazgo pedagógico y mucho menos disciplinario. Es más cómodo permanecer al margen. Luego, las dificultades para integrar en un proyecto de centro los intereses de los diferentes sectores de un Claustro, las dificultades para integrar en el mismo proyecto a los distintos sectores de la comunidad educativa.
No todos los centros son iguales y la actual clasificación que solamente se hace en función del número de alumnos dificulta las candidaturas en los centros más complejos: Centros con residencia, centros con más de mil alumnos, centros con jornadas de mañana tarde y noche, centros que comparten espacios con escuelas de idiomas, centros de adultos etcétera.Todo se vuelve muy complejo y las dificultades se multiplican. Realmente, puesto todo esto en la balanza, obliga a una profunda meditación.

http://cursos.aprendemas.com/director_de_centros.html

Murillo F.J., R. Barrio y Mº J. Pérez-Albo. (1999). "La dirección escolar. Análisis e Investigación". MEC, Madrid.
MEC. (1998). "Prácticas de buena gestión en centros educativos públicos". MEC, Madrid.

domingo, 8 de junio de 2008

Un análisis de la situación actual en la dirección de centros


Durante este cuatrimestre, se habló largo y tendido sobre la dirección de centros, sobre el liderazgo de una persona capaz de ponerse al frente de un equipo de gobierno y de las grandes dificultades sobre la forma de manejar situaciones tan complejas como a diario surgen en un centro educativo. Durante todo este cuatrimestre hablamos con Lourdes Montero de la realidad de los centros españoles, de los problemas y conflictos que se generan y de la reacción de los profesionales ante los cambios. La motivación o los apoyos son cuestiones que se desarrollaron a lo largo del cuatrimestre.
Considero que hay varios problemas que impiden un normal desarrollo del proceso de renovación de las direcciones de los centros. En muchos casos se cuestiona el modelo. ¿El problema está en el modelo o en otra serie de factores que impiden o dificultan que el modelo sirva?. Creo que más bien es lo segundo y no lo primero.
Estos factores podrían ser varios. Por ejemplo, las dificultades de relación entre los miembros de la comunidad educativa o incluso conflictos que impiden a los posibles candidatos dar ese paso. Prefieren mantenerse al margen porque es más cómodo permanecer en el ámbito de tu clase. También, las dificultades para encontrar un equipo de trabajo plural que verdaderamente represente la realidad de la comunidad educativa. Sucede a menudo que incluso creyendo poder hacer frente a esa tarea, no se encuentra el apoyo deseado de un equipo de trabajo para desarrollarla.
Además, podemos hablar de la falta de continuidad que enrarece la convivencia de tal manera que a veces llega a extremos donde nadie quiere ser el primero en romper con esa situación. Suele ser falsa esta situación, probablemente la comunidad educativa desea que alguien se ponga al frente y rompa la mala racha. Ejemplos hay a nuestro alrededor. Dice alguien que hay centros estrella que acaban estrellados y centros que caen en desgracia y que encuentran a alguien con capacidad de levantarlos.
También, podemos hablar de que hay motivaciones de tipo económico, o mejor dicho, ausencia o insuficientes incentivos. Luego, el profesorado descarga en el equipo directivo parte de sus responsabilidades.En definitiva, el paso a dar es complicado. Por eso, no es de extrañar que en nuestro país se registre un altísimo porcentaje de profesionales que no quieran saber nada de la dirección de un centro educativo.

http://www.educaweb.com/p_cursos-gestion_direccion_centros.html
MEC. (1994). "Centros educativos y calidad de la enseñanza". MEC, Madrid.
MEC. (1991). "Orientación y Organización Escolar". MEC, Madrid.

sábado, 7 de junio de 2008

Mis reflexiones sobre el «caso Paco»


Un director de un centro educativo tiene que afrontar mil y un problemas, ya desde el primer día de trabajo. Conflictos burocráticos, situaciones más o menos no deseadas con el alumnado, con los padres y madres de los alumnos... Pero, sin embargo, el gran problema con el que se encuentran es el día a día con el que tienen que torear fuera de las aulas. Poner en orden un sistema muy complejo, pues son muchas las cuestiones que debe abordar un director. El colectivo de profesores y empleados de un centro educativo es muy elevado y contentar a todos es realmente difícil, diría yo imposible.
En el caso de Paco, el nuevo director se encuentra en una situación que pocos años atrás ni siquiera imaginaba. Tuvo que ir ganándose poco a poco el cariño y el respeto de sus compañeros, pero a medida que conseguía esto con unos, lo perdía con otros. Los de un bando le apoyaban, los del otro, los del anterior director, mostraban cierta desconfianza y desidia.
Además, Paco tuvo que enfrentarse con la historia del centro. Con el fantasma de anteriores directores (en este caso directora). Comprobó rápidamete que había varios bandos dentro del profesorado y que no iba a ser sencillo lidiar con todos a la vez. El clima del centro estaba algo enrarecido y poner la máquina en marcha iba a costar muchos disgustos y posiblemente algunas noches sin dormir.
El camino a recorrer iba a ser duro y muy espinoso. Paco lo intentó con todas sus fuerzas y fue poco a poco poniendo las cosas en su sitio. Fue ganándose la confianza del personal, pero al final más de lo mismo. Se encontró de repente, en el momento más decisivo de todos, con nuevas trabas, y no precisamente de los que en principio veían con recelo sus iniciativas. Ser vio en un callejón sin salida. En un volver a empezar.

Mis reflexiones sobre el «caso Blanca»


Tras leer y analizar en profundidad el «caso Blanca», con la inestimable colaboración de mis compañeros y compañeras de clase, es evidente que no se pueden esconder las grandes dificultades que requiere asumir el mando de una nave en la que cada uno de sus tripulantes piensa de una forma distinta. Cada uno de ellos tiene sus inquietudes y sus ideales.
Volvemos, pues, a incidir en otra cuestión: El líder, ¿nace o se hace?. ¿Es fácil asumir el papel de líder?. ¿Puede un líder, como es el caso de Blanca, manejar el rumbo del barco sin apoyos, con la indiferencia de la mayoría de los docentes, que no quieren mover ni un dedo, que les da igual lo que pase, mientras no cambie sustancialmente su situación?.
Blanca tiene que manejar todas y cada una de las cuestiones de su centro con gran precaución, pues cualquier decisión puede contrariar al fin y al cabo a aquellos con los que tiene que compartir gran parte de su vida diaria. Blanca no sabía cómo atacar los problemas y de repente se dio cuenta de que un elemento externo podía llevarle a conseguir el apoyo de sus compañeros.
Poco a poco, Blanca fue metiéndose en el papel y fue involucrando a los profesores y profesoras del centro. Poco a poco fue mejorando la situación, pero casi siempre sin apoyos. Sí, consentían y asentían, pero sin grandes alardes de colaboración. Al final, y cuando ya parecía todo encaminado, volvieron los viejos fantasmas y Blanca volvió a encontrase con serios problemas.
Es el pan nuestro de cada día en los centros escolares. Son muchos los motivos por los que el profesorado no se involucra. Unos, porque están bien como están. Otros, porque les da igual. Otros, porque el anterior director estaba más cercano. Otros, porque no tienen más objetivos que el presente. Otros, porque no se sienten respaldados ni representados. Otros, porque no tienen motivación. Muchas razones para que el final no se puedan llevar a cabo las ilusiones de Blanca.
Todo esto pudimos comprobarlo, aunque no es una situación tan extrema, cuando hicimos las prácticas, tanto de Maxisterio como de Pedagoxía. La colabortación en los centros educativos no es del todo la que debería ser.

jueves, 5 de junio de 2008

Los compromisos de un líder


La tarea educativa siempre llevó implícita la función de liderazgo. En este liderazgo existe un trasfondo ético que siempre rodeó a los actores del proceso enseñanza-aprendizaje, puesto que la enseñanza es una actividad humana en que las personas ejercen su influencia de poder en otras. Todo profesor debe ser un líder y en el ejercicio de la función docente debe actuar sin demora, cuando tomó conciencia de la necesidad de cambio en la realidad en que se desenvuelve.
Existen diferentes puntos de vista sobre el liderazgo docente, pero todos coinciden en que los cambios que sufridos en las instituciones educativas han sido considerables en los últimos años. El maestro siempre figuró como líder en su quehacer de formador. Su papel de liderazgo fue cambiando con el tiempo. Los nuevos modelos educativos que vivimos, particularmente en nuestro país desde 1992, marcan un camino inédito, un rumbo nuevo en la educación. Ya es tiempo de que en este campo hagan nuevos compromisos los líderes transformacionales para seguir motivando la interacción social entre los equipos de trabajo en el aula.
Por eso, podemos hablar que el líder transformador es aquel que pone énfasis en los procesos; procura formar a las personas para cambiar la realidad; orienta una relación igualitaria entre él y sus alumnos donde todos aprenden de todos; crea las situaciones propicias para que se dé una educación permanente; desea hacer surgir una conciencia crítica; estimula la cooperación, la solidaridad y la creatividad; y emplea como recursos didácticos los medios de comunicación masiva para analizarlos críticamente junto con sus alumnos. El nuevo papel de liderazgo evoluciona.
Tres elementos definen el liderazgo transformacional:
1. Una actitud de colaboración compartida en la toma de decisiones de los objetivos que se persiguen. Estos líderes creen que los objetivos institucionales pueden alcanzarse mejor si hay un compromiso y colaboración compartida.
2. Un énfasis en el profesionalismo del profesor, así como su empuje, su motivación, preparación constante, liderazgo y auto evaluación.
3. Una comprensión del cambio que incluye cómo motivarlo en los otros. Los líderes transformacionales son agentes de cambio y están comprometidos con la educación de los alumnos del siglo XXI. En síntesis, enfatizan al mejora continua, se comprometen con la optimización del proceso y del beneficio que éste supone para sus alumnos, alientan el cambio como necesidad sentida, impulsan la motivación en otros y promueven la creación de oportunidades de liderazgo para el empuje de las demás personas de la comunidad.

Lorenzo Delgado, Manuel. “El liderazgo educativo en los centros docentes”. Editorial La Muralla, S.A. Madrid, 1994.

http://liderazgoeducativo.com/

Un líder, ¿nace o se hace?


En estos últimos días de curso hablamos, analizamos y reflexionamos sobre los casos de Blanca y Paco. En ambos, el director y la directora tratan de ganarse la confianza del profesorado. El primer paso para realizar una buena tarea es tener de mano a aquellos con los que uno va a trabajar. En definitiva, demostrar que existe un líder capaz de convencer y de ejecutar. Capaz de dialogar y de escuchar. Un líder el que confiar. Tanto Blanca como Paco intentan desde su aterrizaje en el cargo hacerse con el control del "barco". Pero, un líder ¿nace o se hace?. Hay opiniones para todos los gutos. Hoy, por ejemplo, podemos reflejar lo que dice uno de los autores que señalan en voz alta que un líder se tiene que ir haciendo poco a poco, día a día.
"El líder pedagógico no nace, se hace. El liderazgo pedagógico es algo susceptible de ser aprendido, una condición que puede ser alcanzada por aquellos docentes que sienten la necesidad de hacer bien las cosas y tienen la disposición de consagrarse al trabajo pedagógico creador, como prueba de fidelidad a una línea de acción, una profesión, una obra o una causa de marcada significación social: la educación". (Alexander Luis Ortiz Ocaña).
Todo este proceso de aprendizaje sobre el liderazgo me hace pensar en algunas reflexiones, como por ejemplo, que el líder dirige el proceso pedagógico más por su arrastre que por su empuje; por inspirar, más que por mandar; por crear expectativas posibles y recompensar el progreso hacia ellos, más que por manipular; por formar integralmente a los estudiantes para que usen su propia iniciativa y experiencias, más que por ignorar o constreñir las experiencias e iniciativas de éstos. El líder pedagógico empuja, manipula, ordena y manda a los estudiantes.

http://unipop.galeon.com/productos1386436.html

Las complejidades de la dirección de centros


Durante muchas semanas hablamos de la dirección de centros, de las dificultades y complejidades. Hay una gran bibliografía al respecto. Y en casi todos los estamentos se llega a una misma conclusión. Es evidente que los centros educativos en la actualidad constituyen organizaciones cada vez más complejas, por lo que cada vez más que nunca se está demandando una formación más especializada de sus profesionales. Algo que les permita abordar las situaciones organizativas y directivas en el presente. Y, al mismo tiempo y paralelamente, les permite promover el cambio en las organizaciones educativas. En este contexto Martín-Moreno proporciona en uno de sus libros, tanto a la inspección y a la administración educativas, como a la dirección de los centros docentes, al profesorado y al estudiantado de este ámbito del conocimiento, un análisis en profundidad de los diferentes modelos, estrategias e instrumentos para una organización y dirección innovadoras y flexibles de las instituciones educativas. Al mismo tiempo, amplía y precisa el enfoque de su propuesta de un nuevo modelo de centro educativo, al que denominó el Centro Educativo Versátil, que se dirige a responder a las nuevas necesidades organizativas que están surgiendo como consecuencia de la emergencia de la Sociedad del Conocimiento.

Martín-Moreno Cerrillo, Quintina. “Organización y dirección de centros educativos innovadores. El centro educativo versátil”. 2007 Editorial McGraw-Hill.

martes, 3 de junio de 2008

El «caso Paco» y las conclusiones del «caso Blanca»

En la sesión de ayer (2 de junio), la penúltima de este cuatrimestre, acabamos con el análisis y las reflexiones del «caso Blanca» y comenzamos con el «caso Paco». Lourdes Montero señaló que «un fío conductor do caso Blanca é o concepto do cambio» y formuló una pregunta: ¿Qué pretendía Blanca?. El objetivo de la profesional de la educación en ese centro era el desarrollo de un Proyecto Educativo, a lo que Lourdes Montero respondió que un proyecto sinmpre es un cambio mirando al futuro, un paso adelante. Blanca quería un cambio importante en este centro. Y los resultados no fueron del todo positivos ni esperanzadores. Se encontró con una total ausencia de apoyo.
Entre las reflexiones, Lourdes comentó que debemos buscar siempre aquello que une y dejar a un lado aquello que separa, y destacó que todos los centros son dinámicos y que están en constante cambio, aunque a veces cueste identificar estos cambios. Lourdes indicó que se debe «promover, incentivar, estimular el PEC, no legislarlo», aunqaue hubo alguna oposición en el aula a esta afirmación. La profesora identificó una frase para este caso: «O azar tamén axuda». Insistió en que «a vontade de cambio é importante, é fundamental, aínda que non é suficiente».
Seguidamente, Lourdes Montero leyó el «caso Paco» para ser analizado en la media hora que restaba de clase. Entre las primeras reflexiones, cabe destacar que Samuel señaló: «En el texto veo la formación de grupos o pandillas dentro del centro, lo que crea problemas». Cruz dijo: «Vexo a influencia dos directores e dos proxectos directivos sobre o clima do centro». Por su parte, Laura resumió: «É o camiño dende un estilo autoritario ata a busca dun estilo antagónico». Rubén: «La labor cíclica de la dirección, como unos se aprovechan de las debilidades de los otros», y añade Lourdes, «como eso les lleva a un callejón sin salida». Finalmente, Jorge añade: «Dificultades de la convivencia cuando la gente se aferra a sus posturas y no cede».
Entre todos, fuimos haciendo la composición de un retrato del caso y Lourdes insiste en que un cambio es muy complicado sin apoyos y sin consenso.

sábado, 31 de mayo de 2008

Mi primer día como director


Sinceramente, no tengo ni la más remota idea de cómo sería mi primer día como director. Sé, como profesional que soy de la infornación, que un relato no se puede empezar con una afirmación de este tipo. La primera impresión siempre tiene que ser buena, positiva y clara. Pero debo ser sincero conmigo mismo y señalar que soy de las personas a las que le encanta improvisar, afrontar los retos en el momento, tal y como vienen, sin darle muchas vueltas a la cabeza. Es bueno planificar, pero para el primer día como director no programaría nada especial.

Seguramente ni siquiera pisaría mi nuevo despacho. Sería una primera toma de contacto totalmente informal. Me encantaría conocer a fondo todos los problemas del centro, de cada uno de los profesores y de los trabajadores, pero poco a poco. Mi primer día lo programaría con el fin de hablar distendidamente con cada compañero y ver qué problemas tienen y cuáles son sus inquietudes. Haría un recorrido por todas las instalacciones para observar qué necesidades tiene el centro y qué cuestiones se podrían mejorar a corto y medio plazo. Sería un primer día lo más informal posible, buscando un acercamiento con mis nuevos compañeros lo más cordial posible.

El segundo día, ya sería otra cosa. Ya habría que coger el toro por los cuernos y empezar a mover el barco con fuerza, energía y, por supuesto, con mucho diálogo.

jueves, 29 de mayo de 2008

¿Qué se espera de un director?

El director puede ser fundamental en la unidad educativa. Entonces, ¿por qué no poner a las personas adecuadas en el cargo y dejar de mirar otros intereses en el momento de su designación si realmente nos preocupa la educación?
¿Qué se espera de un director?
Los directores de escuelas son un factor fundamental y muchas veces la conducción de una comunidad educativa, lejos de ser bueno o mejorar, se ve afectado por el estilo de conducción equivocado de personas, que resulta difícil entender cómo llegan a tener un cargo de tanta importancia sin tener las cualidades deseadas o adecuadas.
En una encuesta realizada en Internet (http://www.rmm.cl/index_sub.php?id_seccion=864&id_portal=154&id_contenido=6634 ) se dio respuesta a la siguiente pregunta por parte de los profesores y también de los alumnos del centro: ¿Qué espera la comunidad educativo del director?.
- Que ante todo sea un profesor con dominio en lo pedagógico, que no sea un administrativo sin experiencia en lo curricular.
- Empático, comprometido y que conozca la realidad de la escuela, de los alumnos y profesores.
- Que se maneje en lo académico, que sea capaz de ayudar en lo pedagógico.
- Que respete a las personas, que sea abierto a las ideas de los docentes, que sepa recibir sugerencias.
- Que pueda crear un clima agradable de trabajo, que sea respetuoso con los valores y proyectos del colegio, que respete y haga respetar las normas institucionales, que sea innovador.
- Que se preocupe de lo pedagógico, que pueda ayudar en lo metodológico, que apoye y otorgue recursos materiales.
- Capacidad de trabajo en equipo, que sea capaz de motivar con ejemplos prácticos, que haga vida las teorías. Que modifique el organigrama sin criterio pedagógico que dejó el anterior Director, que sea un organigrama pensado en un colegio, en lo curricular, no en lo puramente administrtivo y de control.
- Que tenga capacidad de liderazgo, que sepa escuchar, que forme equipos de trabajo, que sea una persona empática, que tenga ideas nuevas de proyectos pedagógicos.
- Que no haga grupos, que hable con todos; que sea transparente.
- Con inteligencia emocional.
- Que reconozca el buen trabajo y sepa estimular, que tenga capacidad de liderazgo.
- Preparación en administración educacional, capacidad de liderazgo gerencial, que sea asertivo y con habilidad social.
- Que tenga cercanía con los alumnos, que no esté encerrado en la oficina, que entienda a los estudiantes.
- Que se interese por el trabajo de los demás, que mantenga adecuada comunicación, se interese y considere a los auxiliares como importantes en la vida del colegio.
- Que no permita desorden en el vestuario de los alumnos, como camisa afuera u otra situación.
- Que sea parejito y justo con todos, que sea una persona correcta, trabajadora y discreta.
- Que trate a todos por igual, que sea justo, honesto y que sea profesional.
- Que propicie buenas relaciones humanas, que tenga buena llegada con todo el personal.
- Capacidad de liderazgo y dominio de clima laboral, que sea animador, que favorezca el área actitudinal, que conozca el proyecto del colegio.
- Que sea un líder respetuoso, con llegada adecuada a todos los integrantes del colegio, transparente, con preparación para el cargo y que sea empático.
- Que sea capaz de adaptarse, que sea sociable y futurista, que trasmita confianza y delegue funciones según capacidades, estudios y preparación, que no otorgue responsabilidades por amistad, que consulte a las personas frente a determinaciones a tomar.
- Que tenga habilidades sociales, que sea empático, que trabaje y se preocupe de las relaciones humanas.
- Que genere un buen clima laboral entre el personal, porque si el personal está bien, los estudiantes están bien. Que hable y practique valores.
- Que sea respetuoso, comunicativo, empático, visionario y emprendedor.
- Que asigne puestos por competencias y no por cercanías afectivas, que sea franco y no otorgue lugar a rumores, que sea amable, comunicativo, que se maneje en educación, que no sea solamente administrativo.
- Que no asigne tareas o cargos por capacidad de horario o amistad sino por competencias, que sea respetuoso, justo, idóneo y con un currículo que lo respalde.
- Capacidad de escuchar y discernir lo escuchado, que sea innovador en lo pedagógico.
- Que sea consecuente entre pensar, decir y actuar además de innovador.Si se realiza un breve análisis de las cualidades que debe tener un director, según diferentes actores de la vida de la escuela o colegio, nos damos cuenta que se señalan aspectos de tipo personal y profesional.
Álvarez, Manuel. Cómo analizar las situaciones y los problemas en la organización de un centro. Mec. Madrid, 1993.
Isaacs, David. Cómo mejorar la dirección de los centros educativos. Eunsa. Bilbao, 1980.

miércoles, 28 de mayo de 2008

Liderazgo, ¿un factor imprescindible en la eficacia escolar?


El liderazgo en la eficacia de los centros educativos tiene cada vez un inusitado interés. Se viene señalando que un factor fundamental en la calidad de una organización escolar es la calidad de la dirección. Así, distintas investigaciones internacionales sobre eficacia y mejora escolar, muy vinculadas a las concepciones de calidad de la enseñanza actuales, aportan un conjunto de conocimientos importantes y coherentes con esta línea. Estudios de diversos autores, en mayor grado del ámbito anglosajón y algunos iberoamericanos, enfatizan lo relevante y determinante que resulta la presencia de un liderazgo claro en la institución formativa.
Las demandas de competencias en liderazgo en el perfil de profesionales de la educación, tanto en profesores/as como en directores/as, se adivina cada vez más. Por ejemplo, autores como Davis y Thomas señalan: “Nunca he visto una buena escuela con un mal director/a, ni una mala escuela con un buen director”; “He visto cómo malas escuelas se convertían en buenas y, lamentablemente cómo destacadas escuelas se precipitaban rápidamente hacia su declive. En todos los casos, el auge o el declive podía verse fácilmente reflejado en la calidad del director”; “En las escuelas extremadamente buenas, inevitablemente nos encontramos con un director enérgico, dinámico, profesionalmente despierto, decidido a ofrecer el programa educativo que consideraba necesario, sin importar de cuál se tratara”; y “Es la dirección de la escuela la que establece la diferencia entre mediocridad y excelencia''.
Son afirmaciones a tener muy en cuenta para los temas que venimos tratando, aunque habría que debatir primero si estas reflexiones pueden situarse en el contexto español. Más de uno opina que sí.

Aquel Portafolio de Felipe Trillo


Durante este curso, ya realizamos un Portafolio. Fue con el doctor Felipe Trillo Alonso. Ya antes, en Magisterio, también habíamos realizado alguna que otra evaluación por el mismo sistema. Está claro que de unas materias siempre sacas para otras. Es un aprendizaje continuo. Por eso, recuerdo los consejos que nos dio Felipe Trillo para la realización del Portafolio, que son muy similares a los que nos dio Lourdes Montero al inicio del cuatrimestre. Ahora, cuando la evaluacion empieza a llegar a su final, a mi cabeza vienen múltiples experiencias con otros profesores que son muy bien aprovechadas para esta materia de Dirección de Centros Educativos y para mejorar la realización del Portafolio.

La asignatura de Avaliación das Aprendizaxes, impartida por el doctor Trillo en el cuarto curso de Pedagogía en la Universidad de Santiago de Compostela (USC), fue evaluada mediante un portafolio (individual y colectivo). De eso nos habló el profesor en las primeras sesiones y por eso, por ser el sistema de evaluación, considero que mi primera FTA fue encaminada a conocer con mayor profundidad y rigor qué es un portafolio.
Un portafolio es un tipo de fólder donde los alumnos guardan una selección de sus trabajos acompañados de un comentario propio. Los alumnos elaboren ellos mismos el portafolio como evidencia de lo que ya han logrado. Un portafolio se puede utilizar para ilustrar el proceso de los alumnos. Se registra el aprendizaje para poder hacer ajustes sobre el aprendizaje (corregir, reforzar con ejercicios extras, una explicación adicional,...). En este caso, el portafolio tiene que ser un reflejo de todas las fases que se superaron durante el proceso de aprendizaje (asesoramiento formativo). Por otro lado, el portafolio también sirve para juzgar los logros de los alumnos. Por ejemplo, al final del cuatrimestre o al final de un bloque de aprendizajes (asesoramiento sumativo).
Se elabora un diferente tipo de portafolio, dependiendo del objetivo. Para un objetivo formativo el portafolio será diferente que para un objetivo sumativo.
Por lo tanto, el portafolio es un método de enseñanza, aprendizaje y evaluación que consiste en la aportación de producciones de diferente índole por parte del estudiante a través de las cuáles se pueden juzgar sus capacidades en el marco de una disciplina o materia de estudio. Estas producciones informan del proceso personal seguido por el estudiante, permitiéndole a él y los demás ver sus esfuerzos y logros, en relación a los objetivos de aprendizaje y criterios de evaluación establecidos previamente.
El portafolio como modelo de enseñanza - aprendizaje, se fundamenta en la teoría de que la evaluación marca la forma cómo un estudiante se plantea su aprendizaje. El portafolio del estudiante responde a dos aspectos esenciales del proceso de enseñanza-aprendizaje, implica toda una metodología de trabajo y de estrategias didácticas en la interacción entre docente y discente; y, por otro lado, es un método de evaluación que permite unir y coordinar un conjunto de evidencias para emitir una valoración lo más ajustada a la realidad que es difícil de adquirir con otros instrumentos de evaluación más tradicionales que aportan una visión más fragmentada.
En cuanto a su utilidad, cabe destacar que el potencial que tiene el portafolio para identificar habilidades complejas ha contribuido a su uso expansivo en diferentes ámbitos. El portafolio se usa en la educación pero es una idea importada de otros ámbitos profesionales: artistas, fotógrafos y arquitectos para mostrar lo mejor de su trabajo.
Entre los objetivos, cabe destacar los siguientes: • Guiar a los estudiantes en su actividad y en la percepción sus propios progresos. • Estimular a los estudiantes para que no se conformen con los primeros resultados, sino que se preocupen de su proceso de aprendizaje. • Destacar la importancia del desarrollo individual, e intentar integrar los conocimientos previos en la situación de aprendizaje. • Resaltar lo que un estudiante sabe de sí mismo y en relación al curso. • Desarrollar la capacidad para localizar información, para formular, analizar y resolver problemas.
Sobre sus ventajas, cabe destacar: • Ofrece información amplia sobre el aprendizaje. • Admite el uso de la evaluación continua para el proceso de aprendizaje. • Tiene un carácter cooperativo, implica a profesor y estudiante en la organización y desarrollo de la tarea. • El alumno al desarrollar esta estrategia proyecta la diversidad de aprendizajes que ha interiorizado. En este modelo se detectan los aprendizajes positivos, las situaciones problema, las estrategias utilizadas en la ejecución de tareas... • Se pueden compartir los resultados con otros compañeros y con otros profesores. • Promociona la autonomía del estudiante y el pensamiento crítico reflexivo que por una parte asegura el aprendizaje mínimo y por otra aquél que cada uno desea adquirir y profundizar. • Proporciona buenos hábitos cognitivos y sociales al alumno. • Tiene un gran componente motivador y de estímulo para los estudiantes al tratarse de un trabajo continuado donde se van comprobando rápidamente los esfuerzos y resultados conseguidos. • Cuenta desde el principio con los criterios con los que serán evaluados los estudiantes. • El portafolio es un producto personalizado, por lo que no hay dos iguales.
También, cabe mencionar algunos inconvenientes, como: • Falta de seguridad por no estar haciéndolo bien. • Excesivo gasto de tiempo por parte del profesor y del alumno, si no se seleccionan los aspectos claves o no se establecen mecanismos de control. • Implica un alto nivel de autodisciplina y responsabilidad por parte del alumnado. • No elimina otros tipos de evaluación. • La utilización del portafolio significa para algunos profesores un cambio de estilo de enseñanza (no tiene sentido en modelos tradicionales). • La evaluación ha de estar muy sistematizada en referencia a los objetivos y/o al avance, sino puede ser subjetiva y tangencial.
Sobre su proceso de elaboración, podemos indicar que aunque la estructura formal de un portafolio que evalúa el aprendizaje de un alumno pueda ser muy variada y dependa de los objetivos marcados en cada área curricular, se pueden diferenciar los siguientes apartados en su elaboración: 1. Una guía o un índice de contenidos que determinará el tipo de trabajo y estrategia didáctica, que puede estar totalmente determinado por el profesor o más abierto a una dirección por parte del estudiante. 2. Un apartado introductorio al portafolio que detalle las intenciones, creencias y punto de partida inicial de un tema o área determinada. 3. Unos temas centrales que conforman el cuerpo del portafolio y que contienen la documentación seleccionada por el alumno que muestra el aprendizaje conseguido en cada uno de los temas seleccionados. 4. Un apartado de clausura como síntesis del aprendizaje con relación a los contenidos impartidos.
Además, en la elección de un portafolio se han de concretar todos estos aspectos: Autoría y audiencia del portafolio, contenidos a desarrollar, objetivos y competencias, estructura y organización concreta y criterios de evaluación.

¡¡¡¡ Felicidades, abuela !!!!


El martes no tuvimos clase. Lourdes Montero no pudo asistir y lo celebramos por todo lo alto. No por haber perdido la clase, sino por el motivo por el que la profesora no asistió. Lourdes Montero fue abuela por segunda vez.

Y lo celebramos por todo lo alto, claro que si. Y, por supuesto, la felicitamos de todo corazón.

Su felicidad, es nuestra felicidad.

lunes, 26 de mayo de 2008

La resaca del Acto de Licenciatura


Fue un fin de semana muy duro. El lunes sufrimos mucho en clase. Unos más que otros, pero más de uno sufrió las secuelas de la larga noche del Acto de Licenciatura de Pedagoxía. La clase de hoy fue muy corta. El personal no tenía muchas ganas de trabajar. Lourdes intentó poner orden, pero no fuimos capaces de centrarnos en la matería durante muchos minutos. Lo intentamos, pero la verdad es que aprovechamos poco el tiempo.

A pesar de todo, estuvimos reflexionando sobre el «caso Blanca», sobre la oposición y la falta de apoyo. Lourdes, que lógicamente estaba muy nerviosa, pues su hija estaba a punto de dar a luz en A Coruña, nos agradeció las aportaciones que venimos haciendo durante estas semanas al Portafolio.

domingo, 25 de mayo de 2008

El «caso Blanca»

Durante estos días, estuvimos reflexionando sobre el «caso Blanca». Curiosamente, no era algo desconocido para nosotros, pues también con el profesor Carlos Rosales estuvimos viendo, aunque muy por encima, este caso y otros parecidos. Con Carlos Rosales también hablamos sobre la dirección de centros, aunque la materia estaba enfocada hacia la innovación.
Dividimos la clase en varios grupos y cada uno de ellos nombró un representante. En el nuestro, fue Saúl el encargado de comentar en voz alta nuestras conclusiones tras la lectura del «caso Blanca». Saúl señaló: «Obserbamos una directora innovadora que se encuentra con una oposicióo de los más veteranos y de los más acomodados. A partir de una iniciativa (una señal de tráfico) empieza el cambio y la flexibilifad en el profesorado. Tambien en la comunidad educativa.
Liliana señaló en su breve síntesis que se trataba de una directorta de un centro en el que cambios externos provocaron también importantes cambios internos. David hizo mención a que se trata de la evolución e implicación de la comunidad educativa, en la que se pueden observar tres fases: oposición inicial, desarrollo expontáneo e implicación profunda en el PEC.
Lourdes pidió un «análisis colaborativo» para desarrollar el caso y apuntar nuestras reflexiones. Compañeros y compañeras de clase señalaron como puntos más destacados de la lectura cuestiones como la ausencia de apoyo por parte del centro para hacer el PEC o la oposición que tiene inicialmente del claustro la directora. Entonces, saltó una nueva cuestión: ¿Que diferencia hay entre oposición y falta de apoyo? ¿Cómo directores de un centro, que preferís, oposición o falta de apoyo?. Tras varias intervenciones casi hubo unanimidad en señalar que es peor la falta de apoyo, pues la oposición incluso puede llegar a ser beneficiosa. Cruz puso un claro ejemplo y se refirió a la actual situación de Mariano Rajoy en el PP: No es lo mismo encontrarse con la falta de apoyo de tus propios compañeros de Partido que ser la oposicón del presidente del Gobierno. Está claro. Es mejor la segunda opción.

miércoles, 21 de mayo de 2008

Liderazgo y centros educativos


«En lugar de concentrarnos en cómo la gente actúa en papeles ya dados en una organización, la investigación debe dirigirse a crear los roles y estructuras que apoyen y promuevan las prácticas educativas que deseamos» (Sykes y Elmore, 1989: 78).
Cualquier propuesta medianamente compleja sobre el liderazgo debiera situarse entre concebirlo como un gestor eficiente (rol de liderazgo "profesional"), identificable con la posición formal ocupada por una persona (dirección); y como tarea moral amplia, expresión cualitativa de una organización dinámica y comunitaria, y -como tal- una función difusa entre todo el profesorado (liderazgo moral o "funcional"). La cuestión es si el liderazgo es un rol, con determinadas funciones; o más bien (Firestone, 1995) las funciones superan su asunción por un rol específico. El dilema de un discurso crítico -por tanto, con claros referentes transformadores de la realidad- se sitúa, pues, entre la visión profesionalizada, y las propuestas de unas organizaciones escolares en que las funciones del liderazgo sean compartidas y dispersas. El problema a que nos enfrentamos es, en suma, cómo hacer compatible el liderazgo múltiple de los profesores, en diferentes espacios y tareas, con el liderazgo formal de determinadas personas.
Estamos en un momento de reconceptualización del liderazgo escolar (Leithwood, 1995; Smylie, 1995), ya sea porque enfoques emergentes nos inducen a extenderlo más allá de las posiciones ocupadas formalmente en la organización (el liderazgo como algo a "estimular" inductivamente entre todos los miembros), ya porque el liderazgo como algo a "ejercer" (imponer deductivamente a otros) está en una profunda crisis, en organizaciones convencionales, pero especialmente en organizaciones "educativas". Igualmente se discute si el liderazgo es algo individual, a promover en el grupo, o -mejor- un fenómeno o cualidad de la organización (Ogawa y Bossert, 1995). En fin, el movimiento de reestructuración escolar está dando la vuelta a los planteamientos tradicionales. En este sentido el texto de Sykes y Elmore que encabeza este escrito es sumamente ilustrativo: en lugar de limitarnos a ver cómo los equipos directivos podrían funcionar mejor en papeles ya dados, la verdadera cuestión sería -al revés- cómo reestructurar los centros para que promuevan los papeles y funciones que deseamos. Así, cuando se habla de que el problema es la falta de formación (o, ahora, "acreditación") de los directivos, suele servir como dispositivo para desviar entrar en el verdadero problema: cómo deban estar organizados los centros escolares.
El tema del liderazgo se presenta con una mezcla de planos y ángulos, que impiden una reflexión seria, sobre todo cuando se sustancializa, en lugar de inscribirlo en el marco de los centros como organizaciones y en el contexto de mejora. Un modo para situar contextual/históricamente las distintas visiones del liderazgo, al tiempo que para comprenderlo como algo multidimensional, es el cruce entre, por una parte, los modos de concebir el cambio educativo y las reformas, por otro, los distintos enfoques sobre las organizaciones escolares, congruentes con los modos de pensar la enseñanza. Unido a ellos, en tercer lugar, las distintas concepciones de la profesionalidad docente y el ejercicio de la enseñanza, si es que ya no vienen dadas por los anteriores ángulos.
(Teresa González y J.M. Escudero).
Lara, F. y F. Bastida. Autogestión en la escuela. Popular. Madrid, 1982.
Lorenzo, M. Liderazgo educativo en los centros docentes. La Muralla. Madrid, 1994.

lunes, 19 de mayo de 2008

El director escolar: modelos teóricos, modelos políticos


Las diferentes perspectivas teóricas de la Organización Escolar entienden de manera distinta el perfil, el rol y las funciones del director escolar. De igual modo, existen definiciones diversas del director de centros educativos en diferentes países. Aquí describimos los rasgos más destacables de la figura directiva en educación de acuerdo con los modelos teóricos clásicos de la Organización y los modelos políticos más representativos en los países de Europa. El contraste entre ambos tipos de modelos permite formular algunas conclusiones de carácter general y otras relacionadas más específicamente con la problemática de la dirección escolar en España.
La disciplina científica que más específicamente se ocupa del estudio de los directores de centros educativos es la Organización Escolar. Ello resulta lógico, dado que la forma de entender la figura del director se encuentra necesariamente ligada a la manera de concebir la institución escolar, su estructura y sus objetivos.
No obstante, desde hace algunos años, la definición del rol del director viene siendo también objeto de una creciente atención desde la Política Educativa. Desde esta perspectiva puede considerarse que el perfil del director escolar y las funciones asignadas al cargo son en cada país concreto una cuestión de naturaleza política. El papel del director se inscribe en un sistema educativo determinado, en el que cuestiones como el locus de poder y control, el modelo de administración o el margen de autonomía de las instituciones son fundamentales para comprender el modelo de dirección escolar vigente. No hay que olvidar que el director ocupa la posición de gobierno del sistema educativo más cercana a los profesores y a los padres, por lo que éste no puede ser un tema ajeno a los intereses de las administraciones educativas (R. M. Thomas, 1990).
Podemos realizar un breve repaso sobre las concepciones del director que sustentan los enfoques teóricos de la Organización Escolar y contrastarlas con los perfiles directivos vigentes en distintos países, incluido España. Este contraste permitirá esbozar algunas ideas sobre los posibles ajustes o desajustes entre los modelos teóricos y los modelos políticos en torno a la figura del director escolar.

El director escolar: modelos teóricos
Como sucede con cualquier otra cuestión, las interpretaciones sobre el director escolar se encuentran estrechamente ligadas a las diferentes bases ideológicas y metodológicas de las distintas perspectivas teóricas de la Organización Escolar. La utilización de una u otra perspectiva determina, en buena medida, el modo de entender la organización, sus problemas y su práctica y, por tanto, la figura del director.
Las clasificaciones sobre enfoques o modelos teóricos dentro de la Organización Escolar son muy diversas, variando tanto en función del criterio utilizado para elaborarlas como de la finalidad para la que se hayan realizado. Se habla así de teorías funcionalistas, de relaciones humanas, conductuales, estructuralistas, etc. Paralelamente a la existencia de estas teorías, pueden encontrarse en la actualidad corrientes, como la ecológica, que pretenden integrar las restantes. No obstante, una división clásica de las perspectivas de análisis de las organizaciones escolares distingue tres grandes grupos de teorías: la científica, la interpretativa y la crítica.

(G. England, 1989; M. T. González, 1994; M. Lorenzo, 1994)
Cantón Mayo, Isabel (2004). La organización escolar normativa y aplicada. Biblioteca Nueva, Madrid.
Gimeno Sacristán, José y Carbonell Sebarroja, Jaume (Coord.) (2004). El Sistema Educativo. Una mirada crítica. Praxis, Barcelona.
González, Mª Teresa (Coord.) (2003). Organización y gestión de centros escolares. Prentice Hall. Madrid.

lunes, 12 de mayo de 2008

Ya empezamos con el segundo bloque temático: Poder y Dirección

Ya estamos trabajando los contenidos del segundo bloque temático de la asignatura Dirección de centros escolares: poder y dirección.
Empezamos a hablar sobre los estilos de liderazgo que se desprenden de la actividad realizada por Rufino e iniciamos un denso debate. Tratamos de identificar diferentes estilos de liderazgo observados en la sesión anterior.Rufino señaló cuatro estilos de liderazgo: autocrático, burocrático, tecnocrático y democrático. Sobre la expulsión de un alumno, se hablóa de un estilo autocrático y burocrático. En el reparto o no de la encuesta sobre el consumo de alcohol hablamos de un estilo democrático. No se observaron ejemplos de un estilo tecnocrático.

Un dilema: selección o elección


Repasando los apuntes de estos días, me encuentro con una sesión en la que realizamos un trabajo grupal con el conjunto de toda la clase. Fue un largo y entretenido debate sobre el acceso a la dirección: selección o elección.
La clase fue dividida por Lourdes Montero en dos grupos más o menos del mismo número de alumnos. Unos defendieron la selección y otros defendimos la elección (en el que estaba yo).
A favor de la elección destacamos los siguientes apartados: Tiene un carácter más democrático, Los candidatos tienen un mayor conocimiento personal del centro y de sus compañeros, y cuentan inicialmente con más apoyos. Además, destacamos que la motivación para presentarse al cargo es mayor al haber una mayor participación de la comunidad educativa.
Tras el debate, podemos resumir algunas reflexiones realizadas por el grupo. Entre las ventajas de la selección se subrayó que existe una mayor profesionalidad y competencia y que los criterios que se toman no se limitan a las preferencias personales. Además, se evita la competencia directa para acceder al cargo. También, se destacó que a lo largo de la historia se pasó de la selección a la elección para volver a la selección, lo que indica que es mejor el proceso de selección. Sobre los inconvenientes, señalar que se resumieron en que seleccionar a aquellos con mejor formación no implica que vayan a ser los más adecuados y que alguien externo no conoce bien a los candidatos. El director seleccionado se enfrenta a un ambiente más enrarecido.
Las ventajas de la elección quedaron resumidas así: Mejor clima entre el director y la comunidad educativa, mayor liderazgo y más apoyo del profesorado. Entre los inconvenientes: mayor riesgo de que no se elija adecuadamente, pues se hace más por afinidades personales y la elección se basa en la popularidad.

domingo, 11 de mayo de 2008

Características de algunos modelos de dirección de centros

En otra de las sesiones con Lourdes Montero hablamos sobre los modelos de dirección de centros que podemos observar. Se pueden distinguir varios modelos de dirección: burocrático, participativo, de liderazgo y descentralizado.De estos modelos, se pueden señalar algunas características. Del burocrático, cabe destacar que el perfil del director es de un funcionario que llega al puesto por concurso-oposición para la que no se considera mérito previo la formación o experiencia. Debe llevar un año en la zona como director en prácticas. Algunos países que siguen este modelo son Francia, Bélgica, Alemania, Italia, etcétera. Sobre el modelo participativo, cabe señalar que el perfil del director es el de un representante del centro y de la Administración, que accede al puesto tras ser elegido por el Consello Escolar, previa acreditación y nombramiento por parte de la Administración. Se sigue en países como España y Portugal. En el modelo de liderazgo, el director tiene que tener capacidad para elaborar, desarrollar y evaluar un proyecto educativo. Es seleccionado por los representantes sociales y profesionales y existe una evaluación interna y externa de su gestión. Entre los países que siguen este modelo se encuentra Suecia. Por último, en el modelo descentralizado, el director gestiona el presupuesto en función de los resultados académicos y número de alumnos. Es seleccionado por las autoridades educativas locales. Entre los países que siguen este modelo están Inglaterra, Holanda, etcétera.

sábado, 10 de mayo de 2008

Unas clases para sacar en limpio muchas reflexiones

Las clases de Anxo Porto Ucha dan para muchas reflexiones. En un par de sesiones, el doctor Porto Ucha nos habló de las múltiples competencias de los miembros de un equipo de gobierno, como el director o el jefe de estudios. La materia de Organización Escolar aporta muchas reflexiones sobre la dirección de centros.
Sobre las competencias del director/a, podemos destacar que representa oficialmente al centro, dirige y coordina las actividades del centro, visa las certificaciones y documentos oficiales (es decir, da el visto bueno), designa el equipo directivo, nombra a los coordinadores de ciclo y de actividades extraescolares, coordina la elaboración del proyecto educativo y proyecto curricular, convoca y preside actos, autoriza los gastos, ordena los pagos y gestiona todos los recursos humanos.
Tambén, ejerce la jefatura de todo el personal adscrito al centro, favorece la convivencia del centro e impone las correcciones que corresponda de acuerdo con la normativa vigente. Además, garantiza el derecho de reunión de maestres, alumnos, padres de alumnos y personal de administración y servicios, además de proporcionar la información que le sea requerida por las autoridades educativas.
A renglón seguido, y tras mi experiencia en las clases magistrales de Porto Ucha, recuerdo las competencias del jefe de estudios, un elemento fundamental en el funcionamiento de un equipo de gobierno en un centro escolar.
Su función es más de carácter pedagógico. Ejerce la jefatura del personal docente en lo que afecta al régimen académico, sustituye al director o a la directora en caso de ausencia, coordina y vela por la ejecución de todo lo que tiene que ver con las actividades de carácter académico, elabora los horarios («é unha das cousas máis desagradables que ten que facer», según nos reveló Porto Ucha), coordina las actividades de los coordinadores de ciclo, la acción tutorial, la participación del profesorado en los cursos de formación, todos los procesos curriculares, establece los mecanismos para corregir las ausencias imprevistas («é outra das función desagradables que ten», insiste Anxo Porto), atención a los alumnos accidentados y organizar la atención de los alumnos en los períodos de ocio.
También, facilita la organización de los alumnos e impulsa su participación en el centro, coordina la actividad docente del centro, con especial atención a los procesos de evaluación, adaptación curricular y actividades de recuperación, refuerzo y ampliación.
Dentro de la dirección de centros, podemos destacar, según análisis de Anxo Serafín Porto Ucha, la importancia del secretario o secretaria, una persona muy vinculada al director o directora y a su equipo de gobierno.
Entre las competencias del secretario o secretaria, cabe destacar que tiene una función de carácter burocrático, responsable de toda la parte administrativa. Tiene que tener todo ordenado en la secretaría (ordenar el régimen administrativo del centro), actuar como secretario/a de los órganos colegiados (del consello escolar y del claustro), levantar actas, dar fe de acuerdos, hacer el acta («unha cousa moi desagradable e conflictiva», nos decía Porto Ucha), expedir certificaciones, hacer el inventario general del centro (relación exhaustiva de todo lo que tiene el centro), custodiar todo lo que afecta a los medios audiovisuales, etcétera.

lunes, 5 de mayo de 2008

Las inolvidables clases de Anxo Serafín Porto Ucha


Siguiendo con Anxo Serafín Porto Ucha y con la materia de Organización Escolar de Maxisterio, puedo recordar que el profesor nos explicó, por ejemplo, que los órganos unipersonales de gobierno constituyen el equipo directivo del centro y que trabajarán de forma coordinada en el desempeño de sus funciones. Se refirió mucho a la LOGSE, pues la LOE, por aquel entonces, todavía era un proyecto que se iba a poner en marcha.
Sobre el director/a comentó que era elegido por el consello escolar. Tanto en la primera como en la segunda elección tenía que conseguir la mayoría absoluta (la segunda convocatoria era cuarenta y ocho horas después). Según la LOCE, es elegido por una comisión de la Administración Educativa. Una comisión en la que el 30% es de representantes del centro. De ese 30%, el 50% son profesores del claustro.
Los requisitos para ser director/a son tener una antigüedad mínima en el cuerpo de maestros de cinco años (LOGSE y LOCE), tener una experiencia de cinco anos en centros de educación Infantil y Primaria, tener destino definitivo en el centro de por lo menos un curso completo (LOGSE) y en la LOCE, tener destino definitivo de un ano, pero no necesariamente en ese centro (puede venir un director de otro centro), estar acreditado por la organización educativa y tener un aval para desempeñar esa función (se consigue mediante los cursos de formación). En la LOCE, esto cambia. No es de entrada, sino que es después de ser seleccionado. Al año siguiente se lleva a cabo esa formación.
Otro requisito por la LOGSE es que va a prestar servicios en ese centro al año siguiente. Después de tres períodos consecutivos de cuatro años no pueden presentarse de nuevo a la elección. Por la LOGSE, los candidatos tenían que presentar, por escrito ante el consello escolar, quince días antes, el “programa de dirección”, que es un documento que contempla lo siguiente:
- Objetivos a alcanzar
- Análisis de funcionamiento
- Problemas y necesidades del centro
- Las lineas fundamentales de actuación
- Propuesta de la candidatura (de los órganos unipersonales que le van a acompañar)
(En la LOCE no aparece así explícito este requisito del programa).
Junto con estos requisitos se presentaban los méritos personales. Había que nombrar una mesa electoral, compuesta por dos maestros y un padre o tutor. Había que tener mayoría absoluta. Cuarenta y ocho horas más tarde, de no haber acuerdo en la primera, se celebraría una segunda elección en la que también tendría que haber mayoría absoluta.
Nos explicó Anxo Porto que el nombramiento lo realizará el delegado provincial de la Consellería de Educación e Ordenación Universitaria. Así como la toma de posesión, tendrán efectos del 1 de julio del año en que se efectúe el proceso electoral.
En cuanto al cese del director, cabe destacar que puede ser debido a una de estas cuestiones:
- Por renuncia, que tiene que ser aceptada
- Por traslado temporal o definitivo, voluntario o obigatorio
- Por pase a los llamados servicios especiales
- Por excedencia, voluntaria o forzosa
- Por suspensión en las funciones
- Por destitución del delegado cuando la mayoría de dos tercios del consello escolar no quiere que la persona continúe en la dirección
- Cuando incumple gravemente sus obligaciones
- Por muerte
- Por jubilación
En caso de cese del director, el delegado nombra director/a hasta el 30 de junio con carácter accidental. Si es por ausencia o enfermedad, desempeña sus funciones el jefe de estudios. Si no hay, tiene que ser el maestre más antiguo en el centro. Estas cuestiones afectan a todo el equipo directivo, que tiene que cesar si cesa el director.

martes, 29 de abril de 2008

Mis recuerdos de la asignatura de Organización Escolar en Maxisterio

En la asignatura de Organización Escolar que impartió Anxo Serafín Porto Ucha en Maxisterio, tratamos muchos temas referentes a la dirección de centros. El doctor Porto Ucha dejó huella, sin duda, en mi aprendizaje y recuerdo muchas de sus explicaciones. Recuerdo innumerables detalles acontecidos en sus clases, referentes a la dirección de centros, pues nos contó más de una anécdota de su currículo, cuando ejerció como director de un colegio. Estuvo varios años en la dirección de un centro y nos explicó las grandes dificultades y complejidades del cargo. Por supuesto, las grandes responsabilidades del mismo.

domingo, 27 de abril de 2008

Mi experiencia en Formación e Actualización na Función Pedagóxica con Gutiérrez Moar y Lourdes Montero


En la asignatura de Formación e Actualización na Función Pedagóxica, que en el curso pasado impartieron María del Carmen Gutiérrez Moar y Lourdes Montero, también hablamos del funcionamiento de un centro, de su dirección y de sus órganos de gobierno, en la nueva ley de educación en España (LOE).
Cabe destacar que los órganos colegiados de gobierno y de coordinación docente de los centros públicos sufrieron algunas modificaciones en relación de las últimas leyes. La LOE., y por consiguiente gran parte de sus enunciados, son una continuación de la LOGSE. En España, con la LOE se dio un nuevo paso hacia la mejora de la enseñanza, tan devaluada por gobiernos anteriores. De todos modos, considero que los órganos de gobierno siguen sin tener el poder y la consideración que es posible necesiten para alcanzar la máxima calidad.
En cuando al Consejo Escolar, cabe destacar que está compuesto, en los centros públicos, por el director del centro, que será su presidente, el jefe de estudios, un concejal o representante del Ayuntamiento, un número de profesores, elegidos por el Claustro (no podrá ser inferior a un tercio del total), un número de padres y de alumnos, elegidos respectivamente por y entre ellos (no podrá ser inferior a un tercio del total), un representante del personal de administración y servicios del centro, el secretario del centro, que actuará como secretario del Consejo (con voz y sin voto). Una vez constituido el Consejo Escolar, éste elegirá a una persona que impulse medidas educativas que fomenten la igualdad real y efectiva entre hombres y mujeres.
Entre las competencias del consejo, cabe destacar que aprueba y evalúa proyectos y normas, la programación general anual del centro, sin perjuicio de las competencias del Claustro, conocer las candidaturas a la dirección y los proyectos de dirección presentados por los candidatos, participar en la selección del director del centro y decidir sobre la admisión de alumnos.
También, conocer la resolución de conflictos disciplinarios y velar porque se atengan a la normativa vigente, proponer medidas e iniciativas que favorezcan la convivencia en el centro y la igualdad, promover la conservación y renovación de las instalaciones, fijar las directrices para la colaboración, con fines educativos y culturales, con las Administraciones locales, otros centros, entidades y organismos, analizar y valorar el funcionamiento general del centro y la evolución del rendimiento escolar, y elaborar propuestas e informes.
Por su parte, el Claustro de profesores es el órgano propio de participación de los profesores en el gobierno del centro y tiene la responsabilidad de planificar, coordinar, informar y, en su caso, decidir sobre todos los aspectos educativos del centro y estará presidido por el director e integrado por la totalidad de los profesores que presten servicio en el centro.
El Claustro tendrá múltiples competencias. Podemos destacar como más importantes las siguientes: formular al equipo directivo y al Consejo Escolar propuestas para la elaboración de los proyectos del centro y de la programación general anual, aprobar y evaluar la concreción del currículo, fijar los criterios referentes a la orientación, tutoría, evaluación y recuperación de los alumnos, promover iniciativas en el ámbito de la experimentación y de la investigación pedagógica, elegir sus representantes en el Consejo Escolar del centro y participar en la selección del director en los términos establecidos por la presente Ley.
En cuanto a la dirección de los centros públicos, podemos señalar que el equipo directivo estará integrado por el director, el jefe de estudios, el secretario y cuantos miembros determine la Administración educativas. Todos los miembros del equipo directivo cesarán en sus funciones al término de su mandato o cuando se produzca el cese del director.
Entre las competencias del director, podemos mencionar, entre las más importantes, las siguientes: ostentar la representación del centro, representar a la Administración educativa en el mismo y hacerle llegar a ésta las aspiraciones y necesidades de la comunidad educativa, dirigir y coordinar todas las actividades, ejercer la dirección pedagógica, promover la innovación educativa, garantizar el cumplimiento de las leyes y ejercer la jefatura de todo el personal adscrito al centro.
También podemos destacar que tiene la obligación de favorecer la convivencia en el centro, impulsar la colaboración con familias, instituciones y organismos, e impulsar las evaluaciones internas del centro y colaborar en las evaluaciones externas.
Además, el director tendrá que convocar y presidir los actos académicos y las sesiones del Consejo Escolar y del Claustro, así como realizar las contrataciones de obras, servicios y suministros.
Al mismo tiempo, la LOE refleja que la selección del director se realizará mediante un proceso en el que participen la comunidad educativa y la Administración educativa. La selección y nombramiento de directores de los centros públicos se efectuará mediante concurso de méritos entre profesores funcionarios de carrera.
Para ser candidato a director, será necesario tener una antigüedad de al menos cinco años, haber impartido docencia directa durante un periodo de igual duración, estar prestando servicios en un centro público, y presentar un proyecto de dirección que incluya los objetivos, líneas de actuación y evaluación.
Los aspirantes seleccionados deberán superar un programa de formación inicial y la Administración educativa nombrará director de centro por un periodo de cuatro años. El nombramiento de los directores podrá renovarse, por periodos de igual duración.
Sobre el cese del director, la LOE estipula las siguientes condiciones: finalización del período, renuncia aceptada por la Administración, incapacidad física o psíquica sobrevenida y revocación motivada por incumplimiento grave de las funciones inherentes al cargo. Los directores serán evaluados al final de su mandato. Los que obtuvieren evaluación positiva, obtendrán un reconocimiento personal y profesional.
Por tanto, considero que todo el esfuerzo que se haga en la mejora de la escuela pública es necesario por una razón evidente, la necesidad de conseguir algún día una educación de calidad. Y todos los esfuerzos que se hagan son pocos y toda la inversión que se realice para fortalecer la escuela pública es imprescindible. Es fundamental llegar a consensos y no estar cambiando cada cuatro años de leyes educativas. La LOE es un paso más al frente y como decía Álvaro Marchesi no debemos quedarnos parados ni tirar por la borda todo lo que se anduvo hasta ahora.

Bibliografía
http://www.mec.es/
http://www.mec.es/files/Anteproyecto_Ley_Organica_Educacion.pdf
http://www.loe-no.org/
http://www.concejoeducativo.org/article.php?id_article=75

sábado, 26 de abril de 2008

Los modelos en la dirección de centros

La pasada sesión la comenzamos con un pequeño repaso de lo que observamos el día anterior y profundizamos en varios conceptos de interés. En el debate que iniciamos, se registraron varios datos y se señalaron algunos aspectos favorables a la selección, como la garantía de una mayor profesionalidad, el mayor grado de confianza y la imparcialidad.
Asimismo, se señalaron en el debate como señales positivas en la elección el conocimiento interno y la capacidad de liderazgo. También, entre otras, la mayor aceptación por parte del profesorado. A renglón seguido, la profesora expuso unas ideas sacadas de una publicación sobre la profesionalización. Tras escuchar atentamente las diferentes versiones, realizamos en el aula una actividad grupal. Tuvimos que realizar un comentario de texto sobre un párrafo de Gimeno, que hablaba de tres tipos de modelos en la dirección de centros: burocrático, de liderazgo y de clientes. Luego, llegó el debate, en el que se barajaron varios aspectos, interpretaciones y argumentos, como el conflicto de la dirección, su papel y las expectativas acerca de las funciones.
El texto de Gimeno (1997) sobre el que trabajamos es el siguiente: «El conflicto de la dirección, la definición de su papel y las expectativas sobre sus funciones están hoy contextualizadas por el triángulo definido por esos tres ejes: el peso de la pervivencia de un gestor sin modelo propio al servicio de la maquinaria burocrática; las promesas emergentes de poder ser el líder de una comunidad que impulsa un proyecto educativo, y el modelo, en alza, de ser un gestor doblemente determinado, sometido a políticas conservadoras con más controles y menos recursos, por un lado, y a las demandas de sus clientes, por otro. El triunfo de un modelo u otro no lo decidirán los lenguajes, ni tampoco del todo las normas y disposiciones, sino la coherencia y calidad de la acción que aporten sus actores, así como la atracción y apoyo que despierten en la comunidad en la que se inscriben los centros. En este envite no está sólo en juego la eficiencia de un modelo de participación democrática, sino la pervivencia de la escuela pública como opción atractiva, y no sólo para los que no tienen otra solución que acudir a ella».